Aunque a día de hoy el caucho está presente en multitud de componentes y aplicaciones, es muy interesante conocer cuáles fueron sus orígenes, su evolución y sus primeras utilidades.
El Caucho es un elemento natural que se obtiene a partir de una sustancia lechosa llamada Látex, que es extraída mediante una incisión en la corteza de un árbol llamado Hevea Brasiliensis, una especie originaria de la Selva del Amazonas.
Origen y características del caucho.
Rondaba el año 1744 cuando, durante una expedición Científica en América del Sur, el naturalista francés Charles Marte de Le Condamine descubrió que este elemento natural albergaba unas propiedades elásticas e impermeables que la hacían única. No obstante, hay indicios que revelan que esta sustancia ya era usada desde hacía siglos por los indígenas para fabricar mangos de herramientas, cintas para sujetar pesos e incluso para impermeabilizar prendas de ropa.
Desde ese momento, el Caucho acaparó el interés de numerosos científicos con el fin de encontrar métodos de uso en la vida cotidiana, y fue en el año 1839 cuando el americano Charles Goodyear, descubrió por accidente la Vulcanización al derramar Azufre sobre caucho caliente. Charles Goodyear descubrió que al mezclar ambas sustancias, el caucho se volvía un material estable, resistente y duro, a la vez que seguía manteniendo sus propiedades elásticas intactas.
Este fue el punto de partida de su posterior evolución. A partir de ahí comienzan a patentarse los procesos de Vulcanización de la mano del mismo Charles Gooyear y Thomas Hancock.
Años más tarde, en torno al año 1887, el inventor escocés John Boyd Dunlop crea el primer neumático con cámara de aire apto para ser utilizado en medios de transporte, aunque son los hermanos Michelin los creadores de los primeros neumáticos desmontables para Bicicletas y automóviles.